En lo que podría ser la noticia más explosiva desde que inventaron la pupusa de camarón, la Asamblea Legislativa de El Salvador ha aprobado una ley que prohíbe oficialmente comer pupusas con tenedor.
Sí, lo leíste bien. A partir de este mes, quien se atreva a usar utensilios metálicos para cortar una pupusa será castigado con todo el peso del curtido nacional. Y el castigo… es tan salvadoreño como brutal.
¿De dónde salió esta locura (o genialidad)?
La propuesta fue presentada por la Comisión Nacional de Cultura Gastronómica Tradicional, en conjunto con el Instituto del Quesillo Derretido, y respaldada por el Ministerio de Identidad Culinaria.
Según el decreto legislativo número 505-COMAL:
“Toda persona que consuma pupusas con cuchillo, tenedor o instrumento similar, será sancionada por atentar contra la tradición nacional, el honor del comal y el legado de nuestras pupuseras.”
El diputado que propuso la ley, don Aniceto Chávez del partido MASA (Movimiento Auténtico Salvadoreño Autóctono), declaró:
“Si la pupusa fue hecha con las manos, se come con las manos. No vamos a permitir más crímenes culinarios en restaurantes ni oficinas con microondas.”
¿Y cuál es el castigo?
Prepárate, porque esto es digno de película:
Primer delito (advertencia)
- Multa simbólica de $0.25, que será entregada a la Asociación de Pupuseras Afectadas por el Tenedor (APAT).
- El infractor debe ver tres videos educativos donde ancianas regañan a gringos por usar tenedor.
Segundo delito (reincidencia)
- El infractor será obligado a hacer pupusas en público por 30 minutos, bajo supervisión de una pupusera profesional.
- Durante ese tiempo, tendrá que gritar: “¡La masa se respeta, el queso se siente, el tenedor se guarda!”
Tercer delito (reincidente con agravantes: pupusa gourmet o vegana con tenedor)
- El infractor será llevado a la Plaza del Salvador del Mundo, donde deberá comerse tres pupusas revueltas con las manos… ¡mientras usa guantes de boxeo!
- Transmitido en vivo por Canal 10. Con curtido lanzado por el público en caso de flojera.
Reacciones en redes sociales
X (antes Twitter):
“¿Y si tengo uñas largas, qué hago? ¿Me las como con las pupusas?” —@ChicaDelSpa
“Por fin una ley con sentido en este país. ¡Honor al comal!” —@CurtidoMilitante
“Van a tener que meter presos a medio Santa Tecla.” —@PupuCrítico
Facebook:
Los grupos de “Salvadoreños en el Extranjero” ya están organizando protestas porque en algunos países la pupusa viene con tenedor por defecto.
¿Y los turistas?
Buena pregunta. La ley contempla una “Cláusula de Pupusa Diplomática”, donde los turistas:
- Podrán usar tenedor solo durante las primeras 48 horas en el país.
- Pasado ese tiempo, deberán pasar una prueba práctica comiendo pupusa de queso extra sin quemarse los dedos.
- Si fallan… se les confisca el tenedor y se les regala una servilleta con la frase: “Las pupusas no se cortan, se conquistan.”
¿Y si alguien tiene problemas de movilidad?
Tranquilo, no se trata de discriminar. La ley establece que en casos médicos comprobados, se permitirá el uso de tenedor, pero solo si es de madera o biodegradable, y con previa bendición de la pupusera local.
¿Qué opinan las pupuseras?
Doña Concha, de la famosa pupusería “La Que Revienta el Queso”, dijo:
“¡Ya era hora! Tanto cliente delicado que quiere cortarla como pizza. Que se vayan al Little Pupusita’s, aquí se viene a usar las manos como manda el curtido.”
Mientras tanto, doña Gladis de “El Comal Celestial” agregó:
“Yo propongo que el castigo sea hacer 100 pupusas bajo el sol sin sombrero. ¡Así se les quita!”
¿Y cómo sabés si estás violando la ley?
Muy fácil. Si estás en un lugar público, habrá pupu-agentes encubiertos.
Gente que parece cliente normal, pero que observa si alguien está usando tenedor.
Si sos sorprendido, te pondrán una multa escrita en servilleta reciclada y te entregarán un folleto con el reglamento titulado:
“¡No más crímenes contra la pupusa!”
Conclusión
Puede sonar a broma, pero esta ley es un recordatorio poderoso: la pupusa es símbolo de identidad, unidad y tradición.
Usar tenedor es como besar a tu pareja con mascarilla: ¡no se siente igual!
Así que ya sabés: dejá el tenedor, agarrá la pupusa, y comé como buen salvadoreño.
Porque ahora, más que nunca, comer pupusa con las manos… ¡es ley!