Las pupusas no son solo comida. Son historia, identidad, resistencia y amor en forma de una tortilla rellena. Para quienes crecimos en El Salvador o en hogares salvadoreños alrededor del mundo, una pupusa no se come… se abraza. Pero para quienes aún no conocen este delicioso platillo, hoy te lo contamos todo.
Desde su origen precolombino hasta su papel protagónico en el orgullo nacional, este post te llevará por un recorrido completo: ¿qué son las pupusas, de dónde vienen, cómo se hacen, por qué generan debates, y por qué son mucho más que masa, queso y frijoles?
¿Qué son las pupusas?
Las pupusas son tortillas gruesas de maíz o arroz, rellenas de ingredientes como queso, frijoles refritos, chicharrón, ayote, loroco y mucho más. Se cocinan sobre un comal hasta dorarse ligeramente por fuera, mientras el interior se vuelve cremoso, sabroso y reconfortante. Se sirven acompañadas de curtido (repollo fermentado) y salsa de tomate.
El platillo es originario de El Salvador y, aunque se ha popularizado en otros países, sigue siendo considerado un símbolo patrio.
Historia: Un platillo ancestral que sobrevivió al tiempo
La historia de las pupusas se remonta a las culturas indígenas pipiles que habitaban el actual territorio salvadoreño antes de la llegada de los colonizadores. Existen evidencias arqueológicas de comales de barro y restos de maíz en utensilios utilizados hace más de 2,000 años.
A lo largo de los siglos, las pupusas evolucionaron, manteniéndose como un plato central en la dieta diaria. Con el paso del tiempo, se incorporaron nuevos rellenos y se formalizó su preparación en pupuserías: pequeños locales o puestos callejeros que se volvieron pilares de la comunidad.
¿De qué están hechas las pupusas?
Las pupusas pueden prepararse con masa de maíz nixtamalizado (la más tradicional) o con masa de arroz (popular en algunas regiones del oriente salvadoreño). Los rellenos más populares incluyen:
Rellenos clásicos:
- Queso: Generalmente un queso fresco o mezcla con mozzarella.
- Frijoles refritos: Suaves, cremosos y sabrosos.
- Chicharrón: Carne de cerdo molida y sazonada.
- Revuelta: Combinación de frijoles, queso y chicharrón.
Rellenos vegetales:
- Loroco: Flor comestible con un aroma floral y sabor herbáceo.
- Ayote: Calabaza tierna.
- Espinaca, zanahoria, jalapeño: Opciones modernas y vegetarianas.
Rellenos gourmet:
- Camarones, champiñones, pepperoni, tocino, e incluso opciones veganas con queso de almendras o tofu.
¿Cómo se preparan?
La preparación de las pupusas requiere técnica y mucho amor:
- Preparar la masa: Se mezcla harina de maíz con agua hasta lograr una textura suave pero firme.
- Formar las bolitas: Se toma una porción de masa, se ahueca con los dedos y se introduce el relleno.
- Cerrar y aplanar: Se cierra la bolita, se sella bien y luego se aplana suavemente hasta formar un disco.
- Cocinar en el comal: Se coloca sobre un comal caliente sin aceite, volteándola hasta que esté dorada por ambos lados.
Curtido y salsa: los acompañamientos sagrados
No hay pupusa sin curtido y salsa. El curtido es una mezcla fermentada de repollo, zanahoria, cebolla y vinagre. Refresca, desinfecta y equilibra la grasa de la pupusa.
La salsa roja es una mezcla de tomate, ajo, cebolla y especias, cocida y licuada. Algunas familias la prefieren más líquida; otras, espesa. ¡Y cada quien tiene su receta secreta!
¿Cuándo y dónde se comen?
Las pupusas se comen a cualquier hora del día. Son desayuno, almuerzo o cena. En El Salvador, hay pupuserías en cada esquina. Algunas son negocios familiares con décadas de historia; otras son modernos restaurantes gourmet.
También se celebran eventos como el Festival Nacional de la Pupusa en Olocuilta, donde se preparan pupusas gigantes y se celebra la creatividad culinaria del país.
¿Las pupusas son salvadoreñas o hondureñas?
Este tema ha generado debates diplomáticos y memes virales. Aunque Honduras también tiene una historia de tortillas rellenas, El Salvador es reconocido internacionalmente como el país originario de las pupusas. Incluso están declaradas como Patrimonio Cultural Inmaterial por el gobierno salvadoreño desde 2005.
Y como dicen muchos salvadoreños con orgullo: “¡Las pupusas son nuestras!”
Las pupusas en el mundo
Con la diáspora salvadoreña, las pupusas han cruzado fronteras. Hoy puedes encontrarlas en Los Ángeles, Washington D.C., Madrid, Toronto, Melbourne y muchas otras ciudades del mundo.
Están siendo adoptadas por nuevos públicos, incluidas comunidades veganas, amantes del street food y chefs que experimentan con ingredientes internacionales.
El boom digital de las pupusas
Las pupusas también han encontrado un hogar en el internet. Existen canales de YouTube, cuentas de TikTok y blogs como Pupusas.com donde se comparten recetas, reseñas de pupuserías, historia y memes deliciosos.
Además, están comenzando a venderse online con opciones de envío nacional, especialmente a través de cocinas fantasmas o ghost kitchens.
¿Son saludables las pupusas?
Como todo platillo, depende de su preparación. Una pupusa revuelta frita no es lo mismo que una pupusa de espinaca al comal. Pero a diferencia de muchas comidas rápidas, las pupusas:
- Son hechas a mano con ingredientes simples.
- No contienen aditivos ni conservantes industriales.
- Son altas en fibra y proteínas (dependiendo del relleno).
También pueden adaptarse a dietas vegetarianas, veganas o sin gluten (usando masa de arroz o maíz sin contaminantes cruzados).
¿Cuántas pupusas debe comer una persona?
Una pregunta tan seria como deliciosa. En general:
- Niños: 1 a 2 pupusas.
- Adultos promedio: 2 a 4.
- Expertos salvadoreños: 5 o más (¡sin sudar!).
Para eventos, puedes planificar entre 2 y 3 pupusas por persona, ajustando según el tamaño y los acompañamientos.
¿Por qué amamos tanto las pupusas?
Porque son más que comida. Son el sabor del hogar, el abrazo de una abuela, el recuerdo de una esquina con humo de comal. Representan una historia que sobrevivió colonizaciones, guerras, crisis económicas… y aún así, florece.
Donde hay una pupusa, hay una historia salvadoreña esperando a ser contada.
¿Dónde probar las mejores pupusas?
- En El Salvador: Visita Olocuilta, La Libertad, Santa Tecla o el Centro de San Salvador.
- En el mundo: Busca restaurantes salvadoreños auténticos. En ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Chicago y Houston, encontrarás verdaderas joyas culinarias.
- Y si no puedes salir: aprende a hacerlas en casa con recetas auténticas como las de Pupusas.com.
Conclusión: Más que un platillo, una pasión nacional
Las pupusas representan lo mejor de El Salvador: humildad, sabor, historia y comunidad. Han trascendido el tiempo y las fronteras para convertirse en embajadoras de una identidad rica y generosa.
Ya sea que las descubras por primera vez o hayas crecido con ellas cada domingo, una cosa es cierta: nunca se olvidan.
Resumen
Las pupusas son el platillo nacional de El Salvador: tortillas gruesas de maíz o arroz rellenas de ingredientes como queso, frijoles o chicharrón. Con raíces indígenas y una presencia global creciente, representan tradición, identidad y sabor. Se acompañan de curtido y salsa de tomate, y se pueden disfrutar tanto en pupuserías tradicionales como en versiones modernas, incluso veganas. Son mucho más que comida: son el alma de una nación.