¡Ajá! Te cayó el clásico “pupupelo”… y aunque no es el relleno tradicional que uno espera, tampoco hay que armar una novela. Aquí te va qué hacer, paso a paso, con humor pero con firmeza:
1. Detenete. No sigás comiendo la pupusa como si nada.
Aunque sea tentador ignorarlo y decir “ah, un pelito no mata a nadie”, recordá que higiene es clave. Y si te salió uno, puede que haya más. ¡Alto ahí, soldado del curtido!
2. Verificá el tipo de pelo (¡sí, leé esto antes de asquearte más!)
¿Es un pelito delgado y claro tipo ceja? ¿O un pelazo negro nivel “la pupusera usa moño”? Si parece humano, probablemente fue descuido en la cocina. Si es de animal, ahí sí… tenemos que hablar. 🐶😬
3. Tomá foto y guardá la evidencia
No para hacerla de CSI Pupusería, pero sí para mostrarlo con respeto si vas a quejarte. Tomá una foto clara, sin dramatismo, sin ponerle filtros de horror ni stickers de vómito. Eso sí: sin subirla a redes… todavía.
4. Informá al negocio de forma amable (pero firme)
Deciles algo así:
“Disculpe, me encantan sus pupusas, pero esta me vino con un pelo. ¿Será posible cambiarla o revisar la higiene, por favor?”
Nada de llegar con el drama de telenovela: “¡Esto es un asco! ¡Voy a cerrarlos con el Ministerio de Salud!” No. Respeto primero. Y si te responden bien, mejor aún.
5. Evaluá la reacción
Si se disculpan y te ofrecen otra pupusa:
¡Todo bien! La mayoría de negocios quieren hacer lo correcto. Aceptá la nueva pupusa, sonreí, y seguí con tu vida curtida.
Si se ofenden, te ignoran o se ríen:
Ahí sí, podés considerar dejar una reseña honesta en Google, Yelp o redes sociales. Con respeto, pero contando tu experiencia.
“Me encantaban sus pupusas, pero me tocó una con pelo y no hubo solución. Ojalá mejoren, porque el sabor es bueno.”
Eso es elegante, directo, y genera conciencia.
6. ¿Es legal denunciar por esto?
En teoría, sí. En El Salvador, el Ministerio de Salud regula la higiene de alimentos. Podés llamar o escribir para reportar incidentes serios o repetitivos. Pero si fue un descuido aislado, tal vez basta con hablarlo directo con el local.
7. ¿Qué aprendimos hoy?
- Revisá la pupusa antes de devorarla como animalito hambriento.
- No hay que hacer escándalo por algo que puede resolverse con diálogo.
- Pero tampoco hay que quedarse callado si se repite.
- Y sí… los pelos en pupusas deben ser declarados enemigos nacionales. 😤🇸🇻
Resumen:
Si te salió un pelo en la pupusa, no entres en pánico. Detenete, documentalo, y hablá con el negocio. Si responden bien, todo queda en paz. Si no, tenés derecho a compartir tu experiencia. ¡La higiene también es parte del sabor!